No es raro experimentar una inesperada comezón en tus partes íntimas que te hace sentir molesto o ridículo. ¿Quién no se ha sorprendido alguna vez rascándose desesperado mientras se da cuenta de que es observado por un comportamiento que parece inadecuado? No te preocupes: simplemente puedes tener balanitis.
Síntomas de la balanitis: ¿Cómo podemos reconocerla?
Te preocupa esa picazón insoportable que no te deja concentrarte en nada de lo que haces. Estos son algunos de los síntomas de balanitis más comunes:
- Inflamación del glande. Este puede mostrar enrojecimiento. En el caso de las mujeres, el enrojecimiento aparece en las zonas vaginal y vulvar.
- Es posible que sientas dolor acompañado de ardor o quemazón al orinar.
- Fimosis temporal. Es decir, dificultad para llevar el prepucio hacia atrás.
- Olor desagradable. También secreción extraña o incluso pus en la base del prepucio. En las mujeres, se da un aumento del flujo vaginal que puede ser espeso y también presentar un fuerte olor.
Es habitual que todos estos síntomas se deban a que tengas balanitis y, si eres mujer, a una variedad de esa enfermedad conocida como candidiasis.
Causas de la balanitis: ¿Enfermedad de transmisión sexual?
La primera vez que experimentamos los síntomas de la balanitis puede que nos veamos invadidos por la vergüenza. Esto se debe a que la primera idea es la de asociar la condición a alguna enfermedad de transmisión sexual. ¡Son nuestros genitales los que están en juego! Pero no tiene por qué ser esa la razón. Haga clic para visitar la farmacia en línea Farmacia Una para ver la lista de medicamentos.
Pese a que algunas variedades, como la candidiásica, se pueden contraer o transmitir en una relación sexual, en la mayoría de las ocasiones, no es ese el motivo. El hongo de las especies de Candida está presente en nuestro organismo de forma natural y diversos factores, como el estrés, el calor, la higiene agresiva o el consumo descontrolado de antibióticos pueden contribuir a su proliferación.
Existen tres causas de balanitis principales:
- Origen bacteriano
- Origen viral
- Reacción alérgica a alguna sustancia o fármaco
En el origen bacteriano, incluimos las infecciones producidas por bacterias u hongos, como el ya señalado candida albicans, que pueden experimentar un crecimiento exagerado por un desequilibrio de los niveles ácidos de la zona genital.
Otras bacterias que pueden causar la enfermedad son los estafilococos y los estreptococos. También las pseudomonas, la gardnerella vaginalis, el treponema pallidum, la clamidia trachomatis y el micoplasma genital.
Respecto al origen viral, nos referimos a una variante producida por el VIH o por el VHS.
En el apartado de reacción alérgica, hablamos de los productos que se usan en la higiene personal (jabón, gel de baño, etc.) o los preservativos, cuyo látex puede ser irritante y producir una balanitis de contacto, así como de algunos fármacos.
El prepucio en la balanitis: Un factor clave
Los niveles ácidos dependen en gran medida de la higiene. Una higiene poco adecuada puede causar balanitis. Lo mismo sucede con la higiene excesiva:
- Higiene poco adecuada: A veces, no se lava correctamente la zona que hay debajo del prepucio. Esto favorece la acumulación del esmegma (secreción de color blanco muy densa y olorosa formada por células muertas de la piel y hormonas). Se acumula entre el prepucio y el glande.
- Higiene excesiva: Una higiene agresiva puede producir demasiada humedad en la zona cubierta por el prepucio. Esto implica el desarrollo de hongos.
Si estás circuncidado, que sepas que es una buena noticia. Los hombres circuncidados presentan un menor riesgo de sufrir balanitis en el prepucio, ya que la higiene de la zona, en estos casos, es mucho más fácil. Ni tan mal, ¿eh?
Tratamiento de la balanitis: Cómo curar la balanitis
Al ser tantas las causas, el tratamiento de la balanitis difiere de un caso a otro. Algo que ayuda siempre es una buena higiene, con agua y jabón, retirando el prepucio para evitar la acumulación de esmegma. Luego, ha de secarse a fondo.
El urólogo a veces recomienda un tratamiento local, con pomadas o cremas. Y la sabiduría popular recomienda remedios caseros. Como ves, hay formas de abordar el proceso de cómo curar la balanitis.
Remedios caseros para la balanitis: pomada y crema para la balanitis
Normalmente, se receta una pomada para la balanitis o una crema para balanitis antimicótica o con antibióticos (en ocasiones, también corticoides para reducir la hinchazón). Este tratamiento puede completarse por vía oral.
Hay quien habla de remedios caseros para la balanitis: yogur, vinagre de manzana, manzanilla… Destacan el ajo, el aceite esencial de árbol de té, la pimienta de Cayena, la caléndula, el aloe vera, el jengibre, etc. Todos ellos presentan claras propiedades antimicrobianas y antinflamatorias.
Pero lo mejor es acudir a un especialista. Este podrá incluso recomendar cirugía: una circuncisión. Aunque rara vez ocurre esto, ya que esta enfermedad no es grave y un tratamiento de la balanitis adecuado hará que remita pronto. Y recuerda: ¡No seas guarro y cuida tu higiene, ya que ayuda a prevenir la aparición de esta desagradable condición!